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Blog que quiere llenarse de pequeñas historias, de las que nacen cuando estás cerca de personas con Síndrome de Down
...y de otras que ocurren cuando te da por pensar.

jueves, 25 de octubre de 2012

Pero…¿y qué es NORMAL?


Creo que es una de las cosas que más me he preguntado a lo largo de mi vida y dependiendo de la etapa he llegado a muchas conclusiones distintas. Probablemente una de las definiciones que más me gustan la he leído hace poco en una viñeta humorística en la que una niña le preguntaba a su madre: “Mamá, ¿qué es Normal?”   Y la madre con una sabiduría tremenda le respondía: “Normal es uno de los programas de la lavadora”.

Recuerdo cuando era una adolescente y lo “normal” para mi tenía connotaciones negativas, pues significaba todo aquello que estaba “dentro de la norma” que “obedecía a la norma” y eso en una época de maravillosa rebeldía en la que tu mayor propósito en la vida era llevar la contraria, no era precisamente lo mejor.

Sólo un poco después y considerando el hecho de que estaba desarrollando mi pensamiento crítico, lo “normal” evolucionó para convertirse de nuevo en algo que rechazaba por considerarlo cercano a lo común, lo corriente, lo fácil, lo vulgar, lo mediocre…y teniendo en cuenta que soy esencialmente un ser que hace de la creatividad su religión y que considera lo diferente y lo único, como una fuente de inspiración, lo “normal”, simplemente, no tenía cabida en mi mundo. Así es que luché contra viento y marea para desmarcarme de todo aquello que llevara la etiqueta de “normal”. Sin duda creo que fue una de las etapas más enriquecedoras y fascinantes de mi vida. No es que despreciara lo “normal”, es que simplemente no me servía de vía de desarrollo, aunque debo reconocer que lo que sí despreciaba era el afán que mucha gente tenía por adoctrinarme por el camino de la “normalidad” y también que me causaban cierto repelús aquellos que consideraban la normalidad como única posibilidad y que ni se planteaban la posibilidad de que tal vez existiera una alternativa que se adaptara mejor a su esencia como persona. Era lo “normal” como dogma de fe lo que despreciaba. Así fue como a la par que enriquecedora, esta etapa también fue dura.

Conforme me adentré en la edad adulta, la vida de alguna forma me fue anestesiando y no sé en qué momento pasé a considerar lo “normal” como aquello contra lo que no merecía la pena luchar y que en cierto modo proporcionaba cierta estabilidad a mi mente inquieta, cierta comodidad y sensación de pertenencia a una manada “normal”. Creo que es una de las peores cosas  que me han pasado como ser humano.

Pero afortunadamente, esto tiene cura, y es ahora cuando lo estoy superando cuando tengo una nueva perspectiva de la normalidad, mucho más rica porque puedo judgarla desde perspectivas diferentes y todas desde la experiencia. Y aunque he aprendido a aceptar y convivir con ciertos parámetros de “normalidad”, encuentro un enorme placer en todo lo que se sale de “la norma”, disfruto relativizando y recalibrando todas esas cosas aparentemente “normales”, y no puedo por menos que reírme cuando alguien cree ser “normal” porque su plan de vida y su filosofía se ajustan a lo que está establecido como “normal”y que, además ese es el buen y el único camino. Tampoco puedo evitar lágrimas de emoción, y lo digo literalmente, ante una belleza “fuera de lo normal”,inspirarme en lo único y rendirme ante lo excepcional.   

Es por lo que me impresiona escuchar a una persona con Síndrome de Down decir que se esfuerza mucho por ser una persona “normal” porque me preocupa que como personas luchadoras que son, lleguen a conseguirlo. Quiero pensar que por lo que se esfuerzan es por tener igualdad de oportunidades, igualdad de derechos, de reconocimiento, de aceptación, de libertad… Esa es la normalidad que no sólo tolero, sino que defiendo obviamente. Pero si a lo que les estamos empujando es a la persecución de una “normalidad” en el más humano y torpe sentido de la palabra les abocamos a la pérdida de identidad, a la frustración y al más absoluto de los fracasos porque ellos son excepcionales y únicos y porque no se trata de que haya que ser "normal" para ser aceptado, se trata de que todos tenemos derecho a ser respetados en nuestra diferencia y singularidad después de todo ¿quién es normal? ¿qué es ser normal?

Normal…sólo es un programa de la lavadora.


4 comentarios:

  1. Gracias por volver a escribir. Gracias por hacerlo de una forma tan a-normal?. Bueno, es que esto de la normalidad da para tantos juegos de palabras...
    Desde mi punto de vista, otro aspecto de algo normal es lo que también es natural, es decir, hacer las cosas con naturalidad. Y en esto, las personas con síndrome de Down son campeonas de la normalidad. Porque no se esconden, se muestran como son, van de frente y van al grano. Son espontáneos y, para mí, eso es todo un sintoma de normalidad - naturalidad, aunque la verdad, no me preocupa como lo llamemos.
    En cualquier caso, lo de la lavadora es lo mejor que he oído sobre la normlidad en muucho tiempo.
    Como supongo que no tiene copyright, espero utilizarlo en mis argumentaciones sobre el asunto.
    De todas formas, lo dicho...¡Gracias por dejarnos muestras de tu religión - creatividad!

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  2. Gracias a ti por la inspiración.
    Es cierto lo que dices, la normalidad es de tantos colores como personas hay en el mundo. Para cada uno es una cosa.
    Y sí, la verdad es que lo de la lavadora es genial, yo también pienso usarlo, ja, ja.

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  3. muy bueno eso de la lavadora!! hermoso todo lo que plasmas!

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    1. Muchas gracias avezul, son sólo pensamientos en voz alta, sin más pretensión que ordenar un poco los trastos que almaceno en la cabeza, je, je.

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